Pesto de Albahaca
Tener un frasco con un rico pesto casero en la heladera es siempre una buena idea para levantar cualquier comida. Mezclarlo en una pasta, ensalada, pizza, un sándwich, sopas, pescados o carnes…los usos son infinitos!
Tener un frasco con un rico pesto casero en la heladera es siempre una buena idea para levantar cualquier comida. Mezclarlo en una pasta, ensalada, pizza, un sándwich, sopas, pescados o carnes…los usos son infinitos!
Son muy simples de hacer y lo único que necesitamos tener, además de la carne asada, son tortillas de maíz, algunas verduras a mano y una rica salsa o simplemente, guacamole.
Que mejor que un bowl de sopa caliente durante el invierno para entrar rápido en calor! Además es un alimento súper nutritivo!
Para hacer una rica sopa no hace falta tener una receta en mano, con investigar un poco las verduras que tenemos en la heladera o en el freezer, aunque sean mini pedacitos y a eso agregarle caldo, hierbas y lentejas, tenemos como resultado la sopa perfecta y con muy poco esfuerzo!
Son fáciles de hacer, quedan crocantes y súper ricas. La quinoa es un gran alimento, y esta receta se adapta fácilmente a otros vegetales. Si prefieren versión veggie, no le pongan pollo, y quedan muy bien igual.
Las tortillas son una buena forma de incorporar vegetales, y a los chicos les encanta!
Algo que me salva mucho los almuerzos es cocinar una vez por semana arroz integral, quinoa, couscous o lentejas como base para cualquier comida. A eso le sumo básicamente lo que tengo en casa y así tengo un plato súper rico! Y obviamente, lo que no le puede faltar es un buen aderezo!
Es una de las comidas más populares de Medio Oriente. En general se come con pan de pita, salsa de Tahini o hummus y ensalada de tomate y pepino, pero la verdad es que, si está bien hecho, es rico para comerlo con cualquier verdura o dip.
Esta tarta con base de quinoa es riquísima y queda súper crocante. A esta base se le pueden agregar los vegetales que se les ocurra!
¡Que más ricas son ciertas verduras asadas! Y es el caso de los repollitos de Bruselas, que al asarlos, se caramelizan las hojas y se vuelven crocantes, quedando blando en el medio. Sirven para acompañar cualquier plato, con ensaladas o con pastas.